jueves, 30 de junio de 2011

Test de Rorschach

Atención: para aplicación personal contactar con Cebadilla Mantecona (interpretación no disponible públicamente)

Test de Rorschach: solo láminas

Blind Willie Johnson


Hay músicas que te transportan a otro tiempo. Sonidos que hacen viajar al oyente hacia épocas lejanas. Melodías que evocan lugares, momentos y sensaciones remotas. Y muy pocas lo consiguen como el blues, especialmente el de la primera hornada de músicos de la América profunda. Artistas que pusieron voz a toda una generación, aquella formada por la sociedad negra de finales de los años 20 en el sur de EE UU. Hombres que habían sido liberados de las cadenas de la esclavitud, pero no del estigma social. Músicos que dibujaron su mundo con pasión, autenticidad, crudeza y alma a través de canciones.

Blind Willie Johnson (1897-1945) fue el rey del slide. Pocos como él han manejado a lo largo de la historia una técnica que viajó de África a Norteamérica en barcos cargados de mano de obra esclava. Willie era ciego, aunque no de nacimiento. A pesar de que las razones de su ceguera nunca se supieron con certeza, su segunda mujer arrojó cierta luz al respecto en una ocasión, al relatar al célebre historiador de la música Samuel Charters que “cuando Willie tenía siete años, su padre pegó a su madrastra al encontrarla con otro hombre; la madrastra cogió lejía y se la tiró a la cara del joven Willie”.

La historia del viejo Willie está plagada de dolor. Nació, vivió y murió en la más absoluta de las miserias, ofreciendo su música en la calle a cambio de la voluntad. Sufrió la triple discriminación que conllevaba ser ciego, negro y pobre en la América de la Gran Depresión, hasta el punto de que, cuando enfermó de neumonía, se le negó la entrada al hospital por ser invidente. Años antes, su humilde casa había sido pasto de las llamas, lo que le condenó a vivir en las ruinas de la misma a merced de un frío que, a la postre, acabaría con su vida.

Todo este sufrimiento se percibe a la perfección en sus composiciónes de blues y gospel, 30 de las cuales grabó para el sello Columbia. Hoy forman parte de la historia de la música. Y hoy os ofrezo una de ellas para, juntos, emprender un viaje con destino a un destartalado porche de Beaumont, Texas, donde los ecos de la vieja guitarra de Blind Willie Johnson aún perduran en el tiempo.

Lalo Schifrin

Educado por su padre, Luis Schifrin, primer violinista de la Orquesta del Teatro Colón de Buenos Aires en el ambiente de la música clásica desde muy pequeño, Lalo viajó a París a estudiar música clásica y jazz en el conservatorio parisino donde, durante la semana estudiaría música clásica, y los fines de semana se presentaba en pequeños clubes de jazz con los mejores exponentes de jazz de Europa. Cuando regresó a Buenos Aires a mediados de los años 1950, formó su propia banda y en una visita del el legendario trompetista Dizzy Gillespie, de paso por Buenos Aires, tiene la oportunidad de verlo en vivo. Dizzy, tras escuchar su música, le ofrece que viaje con el a Nueva York como su pianista y director.

A partir de eso momento, Lalo Schifrin comenzó a componer música llegando a escribir más de 100 melodías para películas de cine y para series de la televisión. Fue nominado para los premios Grammy's en 21 oportunidades ganando 4; también recibió un premio ACE, y 6 nominaciones para el Oscar. Las películas y series televisivas que contienen los trabajos más famosos de Schifrin son: "Mission Imposible"; "Kung Fu" y "Mannix". Como músico de jazz ha compartido el escenario con grandes instrumentistas y cantantes como Sarah Vaughan, Ella Fitzgerald, Stan Getz, y Count Basie entre otros. A lo largo de su larga y exitosa carrera, Lalo Schifrin se ha presentado en las mejores salas de concierto del mundo como el Carnegie Hall y el Lincoln Center de New York, The Music Center de Los Ángeles, la Sala Pleyel de Paris, el Teatro Colón de Buenos Aires, así como en todos los principales festivales de jazz en los Estados Unidos y Europa.

Schifrin hizo posible que los tres tenores mas importantes de finales del siglo XX: José Carreras, Placido Domingo, y Luciano Pavarotti, cantaran juntos por medio de sus arreglos y mezclas para que los tonos de cada uno coincidan. Ésta serie, sumamente acertada de grabaciones, ha atraído a muchos nuevos admiradores en el mundo de la música clásica. En 1993, Schifrin se destacó como compositor, pianista y conductor para su serie de grabaciones tituladas "Jazz Meets the Symphony", donde trabajó con la Orquesta Filarmónica de Londres y la Orquesta Sinfónica de Londres, así como con los músicos de jazz Ray Brown, Grady Tate, Jon Faddis, Paquito D'Rivera, y Jeff Hamilton.

Entre los honores recibidos por Schifrin se incluyen el "BMI Lifetime Achievement Award" (1988), el Chevalier de l'Ordre des Arts et Lettres del Ministro de Cultura de Francia, el Premio al Artista Distinguido (1988) otorgado por el Music Center de Los Ángeles; el título de consultor del Presidente de Argentina en Cuestiones Culturales (1998); y el nombramiento de Director Musical del Festival del Instituto latino de Jazz de Los Ángeles (1999). En la actualidad, Lalo Schifrin continúa componiendo jazz y música clásica; realiza giras con grandes orquestas y trabaja en la composición de música para películas.

Ley de Pareto

La ley del 80/20 es una regla determinada por Pareto basada en observaciones empíricas de la sociedad italiana de la época. Pareto se apreció que el 20% de la población poseía el 80% de las riquezas, y comenzó a extrapolar esta relación a otros ámbitos: el 20% de las empresas generan el 80% de los beneficios, el 20% de los trabajadores generan el 80% del trabajo, etc.

En la actualidad la ley de Pareto cuenta multitud de aplilcaciones en entornos tan dispares como pueden ser la informática, el control de calidad, marketing, investigación, recursos humanos y muchos otros campos, con la finalidad de mejorar la eficiencia, basándose en el principio que el 20% de los esfuerzos generan el 80% de los resultados.

Te blanco


Hablar de la historia del té blanco sigue paralela a la misma historía del té . Ha sido una bebida adoptada por las sucesivas generaciones de emperadores chinos convirtiendose en parte importante de la cultura China.

Sobre el año 1200 dc. se descubre que los pequeños brotes de la planta ofrecían una soberbia infusión de sabor suave, sedosa y freca, quedando por su complejidad y precio destinada únicamente para consumo del emperador y su corte.

Su elaboración consistía en recolectar aquellos primeros brotes que aparecían en primavera, eran comprimidos y cocidos en ollas para finalmente ser convertido en polvo al estilo del actual té matcha.

Hay que esperar hasta el siglo XIX para comenzar a democratizar el té blanco. En primer lugar hacia los países asiáticos limítrofes donde también existía un consumo arraigado del té.

En occidente su importación es relativamente reciente, ha cambiado el formato del producto a hilos enteros, siendo en estas últimas décadas cuando su consumo ha sufrido un considerable incremento debido a la publicación de los beneficios de su consumo en el organismo humano.

Los beneficios que proporciona el té blanco, ha provocado que en los últimos tiempos, gracias sobre todo a un mayor conocimiento del consumidor sobre tal hecho, territorios donde no se cosechaba ha empezado a efectuarlo, un ejemplo de ello es la zona de Darjeeling de la India de donde procede el famoso té negro Darjeeling.

A simple vista el té blanco darjeeling es muy similar a un té blanco de aguja de plata chino, sin embargo su sabor es bastante diferente.

Como ocurre con el té negroDarjeeling, este té blanco se cultiva en zonas próximas a la cordillera del Himalaya a gran altura, con lo que adquiere unas tonalidades diferenciadoras. La recolecta de los brotes se realiza al principio del verano.

Al infusionarlo nos proporciona unas tonalidades oro pálido, pero los amantes del té blanco chino comprobarán como el olor es más intenso así como su sabor, con un fondo afrutado similar al moscatel (aquellos que toman normalmente el té negro darjeeling notarán la similitud).

Es un té interesante tanto para los amantes del té negro darjeeling que precien de un sabor más sutíl como de los enamorados del té blanco, deduzco que esta variedad en poco tiempo será una habitual en nuestros catálogos de tés.

El té blanco Malawi antlers ( astas de Malawi) es también conocido como té blanco anstlers d’amour ( astas del amor). Como ocurre con casi todos los semidesconocidos tés africanos estamos ante un té blanco de gran calidad.

Su elaboración se realiza de manera manual recolectando solamente los tallos que aparecen en las puntas de los nuevos brotes, su secado se realiza de manera completamente natural dando formas similares a los cuernos del vanado a partir del cual se basa su denominación.

El resultado es una infusión de color dorado profundo, un aroma muy potente pero sin embargo su sabor es delicado con tonos dulces afrutados que se “engancha” al paladar .

La producción anual de este té blanco es muy reducida, no encontrándose en los circuitos comerciales habituales. Sin duda el esfuerzo y el precio pagado por poder saborearlo ha valido la pena.

La importancia del agua en la infusión.

Sin duda la mejor opción es el agua mineral o incluso si tiene la suerte de vivir en zonas rurales la de pozo, mantiene todos los minerales y dota a la infusión de una profundidad de matices, eso sí es conveniente que se trate de mineralización débil. Depende la zona no es un mal recurso el agua de grifo, si la zona donde vive la calidad de esta es mala recomiendo el uso de un filtro, eso sí no utilizar nunca el agua almacenada en las tuberías, sino lo ideal es dejar correr unos 20 segundos para que se oxigene. El agua destilada al no contar con minerales no proporciona un buen té.

Estamos de acuerdo que para una correcta infusión debemos tener en cuenta una serie de parámetros, la cantidad de té, la cantidad de agua y el tiempo de reposo. Ha esto hay que añadirle dos parámetros más la ya mencionada calidad del agua y una nueva variable la temperatura de esta.

Por la características de las variedades, su sensibilidad a la temperatura y siempre hablando a modo genérico estas serían las temperaturas ideales.

Té negro aproximadamente a 100º centígrados

Té Oolong aproximadamente a 85º centígrados

Té blanco y Té verde aproximadamente a 75º centrígrado.

Lógicamente pensareis que pronto aparecerá una cátedra en tealogía para poder hacer una infusión e ir con el termómetro a la cafetería. Pero en la práctica se puede simplificar de la siguiente manera :

El té negro puede introducirse en el agua en plena ebullición, el Oolong justo después de dejar de hervir y mientras que el té verde / té blanco una vez deja de hervir esperar un par de minutos.

Ley de Parkinson

El trabajo crece hasta llenar el tiempo de que se dispone para su realización. Hay un proverbio inglés que muestra el reconocimiento general de tal hecho: «El hombre más ocupado es el que tiene tiempo de sobra». Así comienza la famosa Ley de Parkinson.

Ley de Parkinson

"Tiempos modernos" Charles Chaplin

Análisis temático

Todas las películas de Chaplin, tratan los problemas a través de la COMEDIA, un género muy importante en toda su filmografía; pero además tiene algo de drama, también destaca el amor, pero en general lo primero que todos vemos es que es una comedia, a todos nos hace reír...
Temas
La película se desarrolla en 1936, cuando se desarrolla el gran capitalismo, generado en la revolución industrial; y viene a ser lo que Chaplin mayoritariamente viene a criticar en la película.
Podemos ver a demás la posición de Chaplin con los obreros industriales, que estaba de su lado, por ejemplo, cuando le da el ataque de nervios, es por la explotación que sufrían, o la cómica pero escalofriante escena de cuando al pobre Chaplin le da de comer la máquina, donde el obrero aparece como un objeto del mandato, un juguete para los de arriba.
Los obreros trabajan, para poder ganarse el pan de cada día con el sudor de su frente, trabajando como máquinas, los obreros son muy similares entre sí, excepto Chaplin; él no encaja en esa cadena y ese sin parar, que llevan; los obreros que adaptan como una cadena de montaje formando parte de esa máquina con la que están trabajando.
Podríamos poner un lema a este tema: al igual que el anuncio de BMW, donde sale diciendo Bruce Lee “no es el agua la que se adapta al vaso, es que en realidad es que es el vaso el que se adapta al agua”, y finalmente acaban diciendo, “no te adaptes a la carretera, sé la carretera”; en el caso de tiempos modernos podemos decir, “no te adaptes a la máquina, sé la máquina”.
La libertad, ¿son libres las personas en la película?, la respuesta es evidente, con solo ver la primera parte de la película, sabes que no; no hay libertad, pero tanto los obreros como cualquier persona con un nivel en la sociedad un poco bajo… pero donde más encontramos la evidencia es en los obreros.
Charlot cuando lo meten en la cárcel, no quiere salir se da cuenta que como no tiene nada que perder afuera y estar ahí le da protección y seguridad, prefiere quedarse ahí, que enfrentarse a la realidad por dura que sea, aunque nunca le dejan dar explicación alguna sobre su inocencia, por ejemplo cuando la bandera, o el ladrillo, pero en el caso de que le dejasen ¿de verás crees que le creerían?

El amor es un tema que lo toca, pero que nunca llega a ser un amor de pareja, es más bien amistad, amor entre amigos, ambos cuando se encuentran, están en la misma situación, no tienen nada que perder, asi que escapan de la policía, van juntos a buscarse la vida, como sea sin tener nada pensado… cuando ven a la mujer feliz despidiéndose, se burla de ella, imaginan todo perfecto con todo a mano, nada de les falta, es decir todo lo contrario a la situación en que se encontraban. Vuelven a meter a Chaplin en la cárcel pero aún así ella le espera fuera, incluso más tarde le busca trabajo. En toda la película se ve que su amistad se va haciendo más grande conforme avanza la película.
Análisis de los personajes

Reparto:
- Charles Chaplin (Obrero de la fábrica)
- Paulette Goddard (Huérfana)
- Henry Bergman (Propietario Café)
- Stanley J. "Tiny" Sandford(Big Bill/Trabajador)
- Chester Conklin (Mecánico)

-Carácter de los personajes:
Como principales personajes, Charles Chaplin, un bondadoso compañero con los obreros de su clase, cuando no le pierden los estribos, soluciona los problemas que en el fondo son trágicos y son verdad con un gran punto cómico. Charlot actúa de forma que resulta cómico porque muchas veces la ignorancia y la casualidad forman un gran equipo. Ayuda siempre que puede, y si se lo propone lucha por sus sueños…o lo intenta (no llega a conseguir la casa que le prometió a la chica). Pero hay queda reflejado el intento…

Paulette Goddard, la huérfana, al principio su aspecto y su forma de actuar la hacía parecer fría y dura, la expresividad de su cara me daba esa sensación de dureza, pero no es así, es bastante buena intenta ayudar a su padre con la comida para su familia, ella sufre una evolución en la película al igual que Chaplin.

Eso sí, ambos personajes son como dos niños pequeños, se comportan como tal, sobretodo cuando van a la tienda de juguetes, y Chaplin se coloca los patines... viviendo en una sociedad así donde el tiempo corre que vuela, su mentalidad de chicos pequeños, su forma de actuar, sus acciones no varían mucho... por un momento si que se vio que eran niños de verdad

El director de la fábrica, es un señor bastante serio que lo único que quiere es más producción en menos tiempo, exigiendo continuamente más trabajo, menos descanso, mientras él, tranquilamente en su despacho haciendo puzles, leyendo el periódico...

El dueño del restaurante donde cantan y bailan, parece más bondadoso, ya que le deja a Charlot un pequeño margen, cuando el incidente del pavo, porque probablemente si hubiese sido otro, la verdad es que lo hubiera despedido.

Evolución de los distintos personajes
Charlot sufre distintos cambios según donde se encuentre, al principio hace de obrero industrial, activo y luego en paro, hace lo que puede, al igual que sus compañeros, por decirlo de alguna manera, él es igual que todos los obreros de la fábrica, pero que no tiene mucho aguante, porque enseguida pierde los estribos.

Chaplin sufre pequeñas evoluciones, constantes, que se notan pero poco a poco. ´Después lo encierran en la cárcel, y este no se comporta como un preso como los otros, el es más bondadoso, torpe, pero bueno; él es más pasivo no le importa que le metan en la cárcel, incluso se las busca para volver, hasta que aparece en su vida.
Al final Chaplin parece más fuerte y con más seguridad a la hora de actuar, y de tomar decisiones, aunque algunas un poco precipitadas... Yo creo que el hecho de que Paulette hubiese aparecido en su vida le dio, por llamarlo así, esa fuerza que necesitaba para seguir adelante, y no convertirse en un objeto de la industria de la época.

En el personaje de Paulette, existe más evolución, de principios es una chica bastante lista, cuando roba, por necesidad, es mala, pero cuando la detienen ella a sido buena y no ha cogido nada, intenta dar pena, pero claro con las pintas que lleva como para creerla... Ocurre lo mismo que en el caso de Charlot, ellos dos se complementan y evolucionan simultaneamente, es como si se abriesen los ojos, ahora ella es más luchadora, cuando antes se rebajaba por no perder lo único que le quedaba que era su libertad, por pequeña que fuese, sigue siendo positiva al igual que Chaplin nunca los veremos mucho tiempo deprimidos (alguna vez si lo hemos visto pero es normal. son humanos), el gesto que más hemos visto que ha cambiado ha sido su sonrisa, en un principio una sonrisa pícara, por haber robado y haberlo conseguido , y al final una sonrisa de verdadera felicidad, por estar con Chaplin y haber evolucionado, por lo menos un poco...
Relación entre los personajes
La primera y más significativa, es la relación de los protagonistas, para mi opinión no es una relación de amor, sino de una amistad muy fuerte, admás de que nunca han llegado al contacto físico, yo creo que son muy amigos, o por o menos el principio de un futuro romance

La relación existente entre los obreros y Chaplin, es totalmente laboral, pese a que pierda los estribos y se comporte como un loco, sige siendo un trabajador más, eso si siempre que enloquece acaba pagándolo con sus compañeros, porque al final la fábria la cierran, cierto que no se sabe el motivo, pero yo creo que Chaplin actuó indierectamente.

Estereotipos
En todas las películas existen estereotipos, personajes que no evolucionan que si son malos, son los tipicos malos; como principal estereotipo vemos a los compañeros de la cárcel de chaplin, por ejemplo el de la cocaína, no solo su cara expresa esa maldad cruel, sino el hecho de llevar cocaína, continuando en la cárcel, vemos una burla a los estereotipos, su compañero de celda con cara de malo, y de repente se sienta y se pone a enhebrar, tan tranquilamente como si fuese una abuelilla.

También podemos ver, el estereotipo de la tipica mujer mala, que no le importa lo que le ocurra a los denás, una cotilla, que va chivandose, de una tontería como es robar una simple barra de pan, y no contenta con que sea Charlot el que la ha robado, la mujer vuelve a replicar que a sido la chica, una acción muy cotilla, y egoísta de su parte.

Luego están los obreros, que son estereotipos propios de la lucha por algo que comer y poder dar a sus familias, siempre igual, ellos hacen lo que pueden.

Por lo contrario, están los personajes de carne y hueso los que evolucinan, los que tienen sentimientos, es decir los que no podemos encontrar en la vida real, como es Paulette, es el ejemplo más claro. Sobre Chaplin es un personaje, que lo consume la locura, que es un poco torpe, pero que es muy bondadoso, posee distintas cualidades muy contrarias, que pueden ser realidad, sobretodo en esa época, reflejando un simbolismo.


Simbolismo de los personajes

- Al principio cuando aparece el rebaño de ovejas y posteriormente la multitud de gente, podríamos interpretarlo como una métafora, en la que al igual que en un rebaño siempre hay una obeja negra, el es como esa oveja negra en la sociedad, aunque no veamos a Chaplin en este plano, yo creo que es eso lo que quiere que pensemos.

Tanto Chaplin como los obreros son un simbolo de opresión mediática, donde el jefe les exige una y otra vez que trabajen sin libertad ninguna de descansar, incluso en la escena de la máquina alimentadora lo tratan como un deshecho, un objeto del jefe, y encima no le dejan reponerse del agotador ritmo de la máquina.

Es posible que chaplin en la cárcel se encontrase más agusto que en el exterior donde todo eran problemas, estrés, agobio... no quiere salir ahí tiene la seguridad de que no le va a pasar nada, de que va a comer todos los días... es un tipo de libertad para él, porque no se puede decir que en el exterior hubiese mucha libertad en cuanto ocurriese algo, por mera importancia que tuviese, en seguida acudía la polícia en busca de explicaciones (pocas), y sobretodo de presos; cuando matan al padre de la huérfana, solo se oye un disparo, sin saber quien ha sido, Chaplin lo deja en el aire; nadie le da importancia al hecho de quien ha sido, porque era una perona de un nivel muy bajo, y un trabajador en paro, por tanto tampoco perdían nada. En conclusión, en la cárcel Chaplin tenía protección y se encontraba muy agusto.

Los polícias en cierto modo están cumpliendo con su misión, golpear, expulsar encadenar... son otros trabajadores pero como no sufren los mismos problemas que las de la industria, no les importa arrebatar ante ellos. existe una violencia social palpable que siempre se corresponde con la violencia policial.

Las máquinas, pese a no ser unos personajes, juegan un papel importante, la invasión de ls máquinas en las industrias, la cantidad de obreros en paro, que podría producir... todo eso añadido al afán de no dejar de producir hace que el tiempo se accelere, es decir, llevamos épocas en que toda va demasiado deprisa, el tiempo es también un factor importante.

Técnica de la cebolla para una lectura rápida

Cómo leer libros rápidamente
por Luis García Carrasco

La mayoría de nosotros leemos desde el principio hasta el final del libro, palabra a palabra, párrafo a párrafo. Cuando no entendemos algo lo volvemos a leer todas las veces que haga falta, hasta que lo conseguimos comprender o desistimos y si decidimos seguir adelante sin haber entendido una parte del libro, nos sentimos frustrados. De forma que el nivel de concentración disminuye.

La “Técnica de la Cebolla“, que es así como llamaremos a partir de ahora a esta forma de leer libros de forma rápida, consiste en algo muy sencillo. Para entenderlo sólo hace falta pensar en cómo se pelarías una cebolla. Fácil, vas quitando capas:

¿Por qué capa empiezas? Por la de más afuera (evidentemente). En el caso del libro, por la portada y contraportada. Lo que más afuera está. Ahora dirás: “pues claro, ¿por dónde vas a empezar a leer un libro? Lo coges y lo primero que ves es la portada y la contraportada”. Pues te digo que yo antes no hacía eso siempre. A lo mejor sí le echaba un vistazo a la portada, entre otras cosas porque no se puede evitar fácilmente cuando tienes un libro en las manos. Pero casi nunca miraba la contraportada. Y aquí se encuentra a menudo información muy valiosa acerca del contenido del libro. Unas veces son citas de otros autores sobre el libro, otras son una explicación de lo que cuenta el libro, otras veces hablan del autor, … Y !todo ello es información muy valiosa! Te ayuda a ponerte en situación. Le dice a tu mente en qué va a estar trabajando en los próximos minutos. Es como un calentamiento físico antes de jugar un partido. Aunque lo de leer la portada y la contraportada se acercaría más a la preparación antes del partido. A, por ejemplo, cuando te estás vistiendo con la ropa deportiva, antes de empezar el calentamiento.
Volviendo al ejemplo de la cebolla: ¿Cómo sigues? Simplemente por donde te parece. Si por aquí te está resultando más fácil, pues por aquí. Si te cuesta porque la capa de piel no está saliendo bien, pues te vas a otra parte de la cebolla y sigues por ahí. Ya volverás a ese punto que te costaba y verás como sale sola, casi sin esfuerzo.[¿Por qué releyendo este párrafo me viene a la mente la imagen de un programa de televisión sobre recetas de cocina y se me va por momentos la idea de la estrategia para leer libros rápidamente? En fin, sigamos]
¿Cuándo paras? Cuando llegas a un punto en el que has descubierto todo lo que querías. Es decir, cuando ya has quitado todo lo que no se come y está lista para cocinar. Leyendo libros se trata de lo mismo. Vas quitando capas con cada pasada de lectura que haces, hasta que estás a gusto con lo que has descubierto. Y lo dejas listo para cocinar. Vamos, que lo tienes ya preparado y mascado para engullirlo, osea, para memorizarlo y quedarte con todo lo que más te sirve.
Esta técnica es útil en la mayoría de los casos, aunque no la recomiendo cuando lo que lees es poesía o novela histórica, por ejemplo. Es decir, cuando te gusta saborear lo que lees y además el orden en el que ocurren las cosas es fundamental para poder disfrutarlo. Para el resto de los casos, pruébalo tú mismo, juzga y haz los ajustes que mejor te vengan.

¿Por qué leer de esta forma?

Porque lees más en menos tiempo, ahorras tiempo
Vences el efecto: “me suena a chino”, frase que se utiliza comúnmente para decir que no entiendes nada de lo que empiezas a leer. Te frustras y prefieres no leerlo
Familiarización con el texto, el estilo del autor, las expresiones, los conceptos, como consecuencia del anterior punto te resultan muy cercanos. Ya no te parece todo tan extraño ni tan difícil de aprender
Facilita la memorización. Te sirve en bandeja el contenido que de verdad necesitas recordar más adelante
A quitar capas:

En una primera fase lees rápidamente todo lo que no es el texto en sí (en algunos casos no todos ellos están disponibles, no pasa nada. Utiliza lo que tengas a tu alcance):

Portada
Contraportada
Introducción
Índice, del que sacas la estructura. Cómo están divididos los capítulos
Glosario de términos, cuáles son las expresiones que más veces aparecen. Fíjate sobre todo en qué palabras aparecen más a menudo en el libro
Resumen
Bibliografía, qué libros ha estado utilizando el autor para escribir el que te vas a leer
Revisiones (en periódicos, Internet, …)
Críticas (en periódicos, Internet, de gente que conoces que ya se lo ha leído, …)
Otros. Por ejemplo: Sobre el autor, qué otros libros ha escrito, trayectoria profesional, …
Con ésto acabas de quitar la primera capa. Te has hecho una muy buena idea de sobre qué trata el libro. Su estructura (gracias sobre todo al índice), cuál es el formato, tipo de letra y expresiones más comunes.

¿Cuánto tiempo emplear en esta primera capa? (Siempre valores orientativos. Puedes emplear más o menos tiempo. Tú decides qué te viene mejor según tus necesidades y las características del texto que tienes delante)

ELEMENTO

TIEMPO

Portada 5 segundos
Contraportada 20 segundos
Introducción 1 minuto
Índice 30 segundos
Glosario de términos 2 minutos
Resumen 40 segundos
Bibliografía 20 segundos
Revisiones 3 minutos
Críticas 3 minutos
Otros 20 segundos
Quizás te parezca que los tiempos son muy cortos. Como decía más arriba, tú eres quien mejor lo va a saber. Sobre todo con la práctica. Fuera frustraciones, únicamente he puesto estos ejemplos para orientarte. Todo varía según el libro y la práctica.

!Atención! No se trata de que te aprendas de memoria ni de que comprendas a la perfección todo lo que ves en la primera capa. Lo que buscas aquí es una idea más o menos concreta de sobre qué trata el libro que te vas a leer. Si hay conceptos que no entiendes, palabras que nunca habías leído o escuchado, no pasa nada. Sigue adelante. Más tarde llegará el momento en el que lo entiendas todo. Confía en ti.

En la segunda fase lo que haces es quitar la segunda y sucesivas capas, así hasta que llegas a un punto en el que dices: “¡ya lo tengo!, no necesito profundizar más”. Y no te hace falta seguir (pelando la cebolla). Antes de empezar a contarte cómo hacerlo, es importante tener en cuenta una serie de:

Reglas:

Vuela sobre el contenido. Es decir, lee lo más rápidamente que puedas. Un truco para aumentar la velocidad: Ve sólo un poquito más rápido que de costumbre. No importa que leas despacio para enterarte de lo que lees. Pero prueba a hacerlo un poco más rápido. Experimenta. Si te estás enterando de todo lo que lees a la primera, vas demasiado despacio o no te hace falta leerte el libro porque ya te lo sabes. Si no te enteras de nada, bien vas demasiado deprisa bien es la primera vez que lees algo parecido, no te suenan las expresiones, las palabras utilizadas ni el estilo. En este último caso, sigue adelante. No te preocupes. Confía en ti y en que en otra capa (pasada de lectura) lo vas a entender.
No está permitido releer. Si no entiendes algo, pues no pasa nada. Lo harás más adelante.
Confía en ti mismo y en tus capacidades. Esta es la clave de todo. Tu mente puede con todo lo que te propongas. Sólo necesitas creerlo.
Cada vez que te encuentras con un párrafo, sección, página que ves que no te aporta información, simplemente traza una gran “X” al margen o a uno de los lados
Haz lo mismo con aquellas partes que te llamen la atención por algún motivo. Como en el caso de la “X”, utiliza por ejemplo:
Para señalar algo que te parezca muy importante puedes utilizar: “!”
Para algo importantísimo. Por ejemplo, conceptos o ideas clave: “!!!”
{Las llaves para decir que en el párrafo contenido entre llaves hay información muy valiosa pero que en esta capa no vas a pararte profundizar más. Lo dejas para más tarde y no romper el ritmo}
Cuando no entiendes algo que te parece importante, puedes utilizar: “?”
Y así con el resto de símbolos que se te ocurran y, por supuesto, que te sirvan a ti. Te aconsejo hacer esas marcas con un lápiz negro para poder borrarlas después, si quieres. A mí no me gusta mucho hacer marcas en los libros. Si son de biblioteca o no son míos, nunca las hago. Pero si son míos y únicamente yo los voy a leer, hago las marcas y luego las dejo. Pero si alguien más los va a leer, las borro.

(Otra) Capa: Una vez dicho todo lo anterior, podemos pasar a la lectura rápida del texto por capas. En cada vuelta básicamente haces lo siguiente: Vas de lo más llamativo a lo menos, sin importarte el orden. Sobre todo en las dos o tres primeras vueltas. Tras ello, revisas lo que has visto hasta el momento y le echas un vistazo al índice, de forma que cada vez vas viendo la estructura con más nitidez. Con cada pasada de lectura rápida te vas dando cuenta de dónde va cada cosa.

¿Que qué es lo más llamativo? Pues para cada persona será algo distinto. Pero para darte una idea, ve primero a por: Gráficas, dibujos, resúmenes al final de cada capítulo o sección (esto puede que no sea muy llamativo pero sí que es muy muy útil), palabras en negrita, en cursiva, EN MAYÚSCULAS, a color, subrayadas, …

Ahora vuelve a repetir desde donde pone “(Otra) Capa:” todas las veces que te haga falta.

Y ¿cuánto tiempo empleas en cada capa? Depende. Depende de varios factores como el tamaño del libro, la cantidad de gráficos o dibujos, si hay resúmenes o no, la dificultad en comprender el vocabulario con el que está escrito, … Siempre ten en cuenta un par de cosas: Lo que no entiendes ahora, lo vas a hacer en una de las siguientes capas. Y por encima de todo, confía en ti mismo y en tu mente, ella puede con todo.

Pero, ¿hasta cuándo? Hasta que la cebolla esté lista para cocinar Y, de nuevo, ésto es cuando dices: “¡ya lo tengo!, no necesito profundizar más”. Sólo tú te vas a dar cuenta cuando llega el momento. De todas formas, si no estás seguro, al terminar con una capa pregúntate si necesitas otra pasada más (pelar otra capa más) para cumplir tu objetivo al leer el libro. Cualquiera que fuera. Si se trataba de leer sobre un tema que no conocías con anterioridad y por el que sentías curiosidad, por ejemplo. O si se trataba de un libro del que te van a examinar. En este caso, vas a ver que ya has acabado en el momento en el que no necesitas más información o simplemente ya la tienes toda. Y entonces el paso siguiente es el de la memorización. Déjame decirte que con la estructura en mente (no memorizada, sólo revisada en cada pasada) y lo familiarizado que estás con el vocabulario y el contenido llegados a este punto, la memorización la tienes servida en bandeja. Si encima plasmas todo lo importante del libro en un dibujo de un mapa conceptual, mental o diagrama de árbol (por ejemplo), utilizando colores, entonces estarás deseando ir al examen y que te pregunten lo que quieran. No va a haber sorpresas inesperadas.

jueves, 9 de junio de 2011

Fragmento 178 del "Libro del Desasosiego"

Fragmento 178

Somos muerte. Esto que consideramos vida, es el sueño de la vida real, la muerte de lo que verdaderamente somos. Los muertos nacen, no mueren. Nuestros mundos están invertidos. Cuando consideramos que vivimos, estamos muertos; vamos a empezar a vivir, en cambio, cuando seamos moribundos.
La relación que hay entre el sueño y la vida es la misma que hay entre lo que llamamos vida y lo que llamamos muerte. Estamos durmiendo, y esta vida es sueño, no en un sentido metafórico ni poético, sino en un sentido verdadero.
Todo aquello que en nuestras necesidades consideramos superior, todo eso participa de la muerte, todo eso es la muerte. ¿Qué es lo ideal, sino la confesión de que la vida no sirve? ¿Qué es el arte sino la negación de la vida? Una estatua es un cuerpo muerto, esculpido para fijar la muerte, en materia incorruptible. Incluso el placer, que tanto parece una inmersión en la vida, es más bien una inmersión en nosotros mismos, una destrucción de las relaciones entre nosotros y la vida, una sombra convulsiva de la muerte.
Poblamos sueños, somos sombras vagando a través de florestas imposibles, en las que los árboles son casas, costumbres, ideales, ideales y filosofías.
¡No encontrar nunca a dios, no saber nunca, ni siquiera, si Dios existe! Pasar de mundo a mundo, de encarnación a encarnación, siempre inmersos en la ilusión que protege, siempre en el error que acaricia.
¡La verdad nunca, la intemperie nunca! ¡La unión con Dios nunca! ¡Nunca enteramente la paz, pero siempre un poco de paz, siempre un anhelo de paz!

miércoles, 8 de junio de 2011

Mingus Ah Um




..:: Entrevista a Charles Mingus: una tarde incómoda

Jazz Magazine publica la primera entrevista realizada Charles Mingus. Fueron Jean Clouzet y Guy Kopelowicz los encargados de la tarea. Ésta, ya lo veremos, no fue de la mas fáciles pero el resultado es ... memorable. Incluso, 38 años después...




JazzMagazine: Charles Mingus, algunos críticos estadounidenses parecen tener cierta hostilidad contra usted por principio. ¿Piensa que está únicamente fundada sobre criterios musicales o que es el resultado de sus virulentas posiciones sociales y políticas?

Charles Mingus: La verdad es que no tengo idea. Tal vez yo tampoco les guste a ustedes. Los críticos no pueden soportar que un negro les hable o se comporte como lo haría un blanco. Y no sólo hablo de música. Tengo el mismo tipo de problemas en mi vida diaria. Recientemente entré en una tienda de Copenhague para comprarme una camisa. El director de la gira no estaba con nosotros. Pedí al vendedor que me enseñase lo mejor que tuviera. Hice mi elección. Pagué y, después de haber esperado un momento en vano, decidí reclamar la vuelta. Y fue entonces cuando rehusaron devolvérmela. ¡Es escandaloso! Los blancos son tratados de otra manera. Cuando mi mujer, que es blanca, va a una tienda nunca le ocurre esto. Pues a mí, me robaron. Pagué 10 dólares por una camisa que sólo valía 5 y encima no me devolvieron mi dinero. Parece que al vendedor no le gustó el tono que adopté para formular mi reclamación. Pero la historia no termina ahí. Como yo amenazaba con llamar a la policía pues fue el quien la llamó. Llegó uno enseguida. Ni se dirigió a mi, ni intentó averiguar la verdad. Yo era negro, por tanto no tenía razón. No sé si en Francia los policías son más amables, pero los que he visto hasta ahora en Europa no son muy bien intencionados. El policía danés se lanzó hacia mi y me dañó el hombro hasta tal punto que tuve que ir al hospital y no pude tocar esa noche. ¡Algo alucinante!

JazzMagazine: ¿Cree usted que este incidente ocurrió debido al color de su piel?

Charles Mingus: ¡Pues claro! Les podría contar muchas otras anécdotas de este estilo. Hasta sus taxistas no esconden sus prejuicios raciales. Ayer cuando llegué, frenaban cuando los llamaba pero cuando veían que tenía el cutis oscuro, aceleraban enseguida para ir a buscar al blanco más cercano.

JazzMagazine: Su opinión es contradictoria con la mayoría de los jazzmen que hemos entrevistado. Para ellos, el racismo en Europa existe pero no es sistemático.

Charles Mingus: ¿De quién se quiere burlar? Nadie puede comprender esto si uno no es negro. ¿Quiere otro ejemplo? Ayer cuando ingresé en este hotel, la recepcionista me trató como un perro. Me enteré de que se burlaba de mi a pesar de que ella no hablaba ni una palabra de inglés. Habló un momento con el chófer y únicamente por su comportamiento comprendí sus sentimientos hacia mí. Para darse cuenta de que alguien te odia, no es indispensable entender su lengua. La hostilidad se percibe muchas veces simplemente con el tono de voz. El amor, el odio, todo esto se expresa primero con sonoridades, con inflexiones de voces, no con palabras. A ustedes, no les odio. Lo que deploro, es la situación en la que me veo inmerso. No tengo ganas de hablar. ¿Por qué desean tanto hablar conmigo?

JazzMagazine: Sin duda porque pensamos que esta conversación nos puede ayudar a comprender ciertos aspectos de su música.

Charles Mingus: Para mí, este tipo de entrevistas no presentan ningún interés. En Estados Unidos, se han escrito sobre mí más artículos que sobre cualquier músico pero gano menos dinero que casi todos mis colegas. George Wein es el primer mánager que ha conseguido organizar una gira en Europa para mi grupo. Pero ha estado mal organizada. Los conciertos son tan frecuentes que casi mata a mi trompetista. He dormido 4 horas en cinco días. No he comido de verdad desde hace tres. He comido un filete en 5 minutos en el aeropuerto de Copenhague pero lo tuve que dejar porque estaba malísimo. Wein, el sí que tiene tiempo para comer. No asiste a nuestros conciertos y prefiere pasearse con su hija. Para él, la gira es como un paseo turístico. Si estuviera obligado a seguir nuestro ritmo de trabajo, no aceptaría nunca contratar, en estas condiciones, la orquesta que a veces dirige. Ningún ser humano puede hacer un buen trabajo si no tiene tiempo para recuperarse. Y no me pregunten luego lo que le pasó a mi trompetista.

JazzMagazine: ¿Es tan diferente su manera de trabajar en Estados Unidos?

Charles Mingus: Sabe, no se puede decir que en Estados Unidos tenga mucho trabajo. No les caigo demasiado bien a los empresarios. La reputación que me han creado no me ayuda a obtener contratos. Han dicho que me paso el tiempo buscando problemas, que me gusta pelearme y yo que sé más... Es verdad, me peleé pero hace mucho tiempo y en condiciones muy especiales. Me refiero a lo que pasó con Jimmy Knepper. Lo tuve mucho tiempo en mi formación y puedo afirmar que lo conozco bien. Es uno de los mayores drogadictos que conozco. Le rompí la cara el día en que lo descubrí pinchándose en mi propio baño. Fuimos a los tribunales pero claro, fue él quien ganó el pleito. Es que los jueces le creyeron porque era blanco. ¿Qué creen ustedes que hubiera pasado si los papeles hubieran estado invertidos, es decir, si yo hubiese hecho lo que hizo Jimmy Knepper? Pues que yo, como soy negro, ahora estaría en la cárcel.

También me peleé hace unos años con Jackie McLean. En aquella época, él estaba siempre colgado y desaparecía frecuentemente durante varios días sin dar noticias. Fue la causa directa de nuestra pelea. Me habían contratado para dos semanas en un club pero el dueño me despidió después de algunos días porque me echaba en culpa la ausencia de McLean. Cuando éste decidió regresar le dije que ya no formaba parte del grupo y no le gustó. Hasta el punto que sacó un cuchillo de su bolsillo y consiguió herirme en un dedo. Pero hoy esta historia ha quedado olvidada y Jackie es mi mejor amigo. Me considera como su hermano y le gusta decir que le salvé la vida ayudándole a poner fin a los problemas que tenía en aquella época.

La droga es una de las plagas de esta profesión. Como Charlie Parker se drogaba, muchos jóvenes músicos se creen obligados a hacer lo mismo, convencidos de que la droga es indisociable de la buena música. El drama es que efectivamente Bird grabó un montón de buenos discos bajo los efectos de las drogas. Todos estos tipos que llevan una vida sórdida sacaron la conclusión de que Bird no podía tocar bien si no se drogaba. Es lamentable. Al contrario, deberían dedicar todos sus esfuerzos a alcanzar la mejor condición física posible. Tendrían que imitar a un músico como Rollins, que por llevar una vida sana, es actualmente un gigante en plena posesión de sus facultades. Por desgracia, la prensa metió las narices y calificó a todos los músicos como drogadictos. Nunca arrestaron a Parker por tomar drogas. Camarillo era una simple cuestión médica que no guardaba ninguna relación con la policía. Así, bajo la pluma de los periodistas, Armstrong es "Uncle Tom" pero también "El Drogadicto", Gillespie es "The Crazy". Nos han convertido en verdaderos monos.

JazzMagazine: ¿No cree usted que esta actitud de la prensa americana afecta a todos los músicos de jazz, incluso a los blancos? Acuérdese del escándalo provocado por el arresto de Getz...

Charles Mingus: No me hable de Stan Getz. Yo sólo quiero ocuparme de los músicos de color que, por falta de libertad, no pueden trabajar donde quieren. Getz gana un millón de dólares en los estudios de grabación. Puede tocar donde le dé la gana mientras que nosotros nos vemos obligados a tocar en pocilgas. Todo esto porque nos denominan músicos de jazz. Cuando usted me clasifica dentro de la categoría de "jazzmen", automáticamente limita mis oportunidades de trabajo. No quiero que mi música sea llamada jazz. ¿Sabe usted lo que quiere decir jazz? En Nueva Orleans, "to jazz your lady" quiere decir "follar a tu chica". No quiero que los críticos apliquen esta palabra a mi música. Que les "jazzen". ¡Mi música es una obra de belleza que no tiene nada que ver con esto! Esta expresión pornográfica no guarda relación con la música, como tampoco con el amor. Cuando me acuesto con una mujer, no la follo, le hago el amor. ¿El coito sin amor, rápido, con una puta? ¡No es para mí! Con mi música ocurre lo mismo. Tiene la belleza de una mujer que abre las piernas. Es verdadero amor, no pornografía.

JazzMagazine: ¿Es por estas razones de terminología que hace unos meses llamó a su música "rotary perception"?

Charles Mingus: Tengo el derecho a llamar a mi música como me dé la gana. Cualquier blanco tiene derecho a hacerlo, ¿porqué yo no? Le repito que no toco jazz. Llámelo "mierda" si le hace ilusión. La "rotary perception" es un tipo de ritmo circular que inventamos mi batería y yo. No os puedo dar una definición. No se explica, se siente. Hemos practicado este estilo en varios clubes: en el Show Place, en el Copa City, por ejemplo. Pero no tuvimos la ocasión de grabar ningún disco que lo ilustre. Actualmente lo hemos abandonado para orientarnos hacia otro tipo de swing.

JazzMagazine: ¿De qué manera logra usted traducir en su música sus emociones, sus sentimientos de ese preciso momento?

Charles Mingus: Para mí, la música es un lenguaje en su sentido literal. Hace algunos años tenía bastantes dificultades para utilizar el lenguaje hablado. Mi boca traducía mal mis pensamientos. Ahora he mejorado mucho en este aspecto pero mi contrabajo sigue siendo mi modo de expresión favorito. Puedo hablar con la música. No sé si usted se da cuenta de las posibilidades de mi instrumento. Les voy a dar un ejemplo preciso. Hace un tiempo mi psicoanalista, el doctor Finkelstein, realizó un pequeño experimento. Escribió en un trozo de papel la frase "Mingus I think is a genius", frase voluntariamente incorrecta porque hubiera tenido que escribir: "I think Mingus is a genius". Y me pidió traducir esta frase con mi contrabajo. Primero toqué aquello que me parecía que se correspondía con esta idea ante un joven saxofonista que acababa de ingresar en mi grupo y quien, tal vez por este motivo, no se enteró de nada. Hice la misma experiencia con Dannie Richmond, el batería que toca conmigo desde varios años. Dannie me pidió tocarlo una segunda vez y me dijo: "No lo comprendo perfectamente pero me parece haber reconocido las palabras "Mingus" y "genius", algo así como "Mingus is a genius", pero la frase me parece incorrecta. Hay algo que está invertido". Ahí está. Si ustedes no me creen, les puedo dar la dirección del doctor Finkelstein y él les confirmará sin ningún problema lo que acabo de contarles.

Antes de este experimento a él también le era difícil imaginarse que era posible hablar gracias a un contrabajo. Y, sin embargo, es lo que hago a diario. Soy el primero en haber "domado" el lenguaje musical. No, perdone, me olvidada de Parker que empezó antes que yo. ¿Se han dado cuenta de que a Bird le gustaba expresarse con pequeñas frases y que, para aquellos que sabíamos escuchar, eran perfectamente claras? Éramos así unos pocos a quienes Bird "hablaba". Bud Powell, Fats Navarro. Observe a Bud hoy. Cuando toca siempre da la impresión de que espera que alguien le diga algo, musicalmente hablando. Pues yo sé hablar a Bud. Si tuviera la posibilidad de tocar con él, le ayudaría mucho a restablecerse a nivel musical y corporal. La música es capaz, casi por sí sola, de hacer vivir a la gente. Te puede volver feliz, hacerte llorar, amar y hasta matar. Pero para llegar a este resultado hay que llevar al cuerpo al nivel de la música. Por mi parte, trabajo con mi batería casi en un estado de hipnosis. Cuando tocamos juntos, estamos verdaderamente en estado de trance. En cuanto empiezo a tocar con Dannie Richmond, estoy seguro de que va a pasar algo. Es fantástico sentir que está sintiendo al mismo tiempo que yo las mismas cosas.

JazzMagazine: ¿Cree usted que Ornette Coleman posee esta especie de sexto sentido musical?

Charles Mingus: ¡No me hable de Ornette Coleman! En Estados Unidos hay un montón de músicos de su estilo que son incapaces de leer música y que tienen un enfoque especial de la misma. Coleman es un músico que interpreta calypsos. Además, es de las Antillas. No tiene nada que ver con Kansas City, Georgia o Nueva Orleans. No hace música del Sur. Tal vez provenga de Texas pero su familia es "calypso" como la de Sonny Rollins. Estos músicos, por sus orígenes, tienen un feeling muy diferente del nuestro. Sonny, en sus comienzos, tenía muchas dificultades. Copiaba completamente a Bird. Ahora, felizmente, encontró su camino. Volviendo a Ornette, no puede tocar un tema tan sencillo como "Body and Soul". Pertenece, como Cecil Taylor, a esa categoría de instrumentistas incapaces de interpretar un tema con acordes y una progresión perfectamente establecida. Me acuerdo de haber intentado tocar con él. Estaban conmigo aquel día Kenny Dorham y Max Roach. Atacamos "All the Things You Are" pero, al cabo de unas notas, Ornette, incapaz de mantener el tempo y de seguir los acordes, se perdió completamente. Déjenle interpretar calypsos.

JazzMagazine: ¿Quería usted que su reciente disco "Mingus at Town Hall" saliese a la luz tal y como lo conocemos? y ¿quiere hablarnos de los incidentes que se produjeron durante este concierto?

Charles Mingus: En principio, "Mingus at Town Hall" no era un concierto sino una sesión de grabación abierta al público. Lo que supone un matiz. Siempre recuerdo la impresión que sentí viendo a Duke Ellington hacer su primera grabación para Columbia no en un estudio sino en un teatro. Pensé que al público le gustaría asistir a la preparación de un disco tal y como se realiza en un estudio cuando los músicos tocan totalmente relajados, retoman varias veces los mismos temas, fuman, beben y no dudan en quitarse la chaqueta. Algo realmente diferente a un verdadero concierto. Expuse mi idea a los responsables de la compañía y me dijeron que mi sugerencia de invitar al público era bastante buena. Me hubiera gustado que hubiera sido gratis pero me hicieron comprender que había que amortizar gastos. Lo que supe más tarde es que George Wein, que es un buitre, había hecho creer al público que iba a asistir a un verdadero concierto de Mingus. En vez de temas bien construidos, la gente se sorprendió de escuchar cuatro o cinco compases, ver a los músicos pararse y volver a empezar lo que ya habían tocado, etc... Esa noche el público me tomó por alguien poco serio. Espero que un disco como "The Black Saint and the Sinner Lady" demuestre que no soy ni un idiota ni alguien deshonesto.

JazzMagazine: ¿Ya no esta bajo contrato con el sello "Impulse!"?

Charles Mingus: No. Ya no grabo en Impulse ni tengo la intención de volver a hacerlo. Esa compañía no cumplió las promesas que me hicieron. Tenía que firmar con sus dirigentes un contrato de 15.000 dólares pero me di cuenta a tiempo de que no se habían previsto garantías financieras sobre la venta de mis discos. Por otro lado, es inadmisible que une compañía como Impulse! ni siquiera haya logrado vender la misma cantidad de discos que vendí con mi propia compañía Debut, hace nueve años. RCA ha vendido muy bien "Tijuana Moods", un disco, que sin embargo, se grabó hace ya varios años. Vendió casi 10 veces más que mis grabaciones recientes en Impulse! o Columbia. Los dirigentes de esta compañía son unos incapaces y unos ladrones. Por cierto, cuando quise saber cómo iba la venta de mis discos, Columbia no quiso enseñarme sus cuentas.

Además, no estoy satisfecho con mis grabaciones. No olvido, sin embargo, que los músicos, que no logran tocar lo que les pido y cambian siempre algunas notas, tienen su parte de responsabilidad, pero los verdaderos culpables son, una vez más, las compañías. Sólo les doy un ejemplo: después de la grabación de "The Black Saint", Bob Thiele, el productor, perdió las cintas donde figuraban las mejores versiones de lo que tenía que ser la cara B del disco. ¡Tuvo la cara de decir que esas cintas no existían! Pase noches recomponiendo la cara que faltaba desde otras tomas utilizables. Cuando terminé, las cintas perdidas fueron encontradas.

JazzMagazine: ¿Aprueba usted la manera en que fue utilizada su contribución musical a la película de John Cassavettes "Shadows"?

Charles Mingus: No tengo absolutamente nada que ver con la banda sonora de esa película. Escribí algo pero no llegué hasta el final del proyecto. No pasamos más de tres horas en el estudio donde se grababa la música. Nos dio sólo tiempo de grabar unas notas. Eso es todo. Lo dejé porque no nos pusimos de acuerdo a nivel financiero. Cassavettes se apropió de la música tocada por el saxo tenor que estaba entonces en mi banda. Es cierto que me gustaría mucho trabajar para el cine pero con la condición de disponer de todo el tiempo necesario. Lo que me gustaría sería preparar solo una parte de la música y completarla después improvisando mientras me proyectan la película. Creo que mi música podría ser útil para los jóvenes directores porque puede realzar cualquier mensaje social o religioso. Muchos me han pedido que componga una partitura pero me han hecho tanta promesas que no han cumplido...

JazzMagazine: Usted le pidió a un psicoanalista...

Charles Mingus: Pare. No vale la pena seguir. Ya conozco su pregunta. Si quise que el doctor Pollock escribiera el texto de "The Black Saint", es porque consideraba que lo podía hacer tan bien, sino mejor, que la mayoría de los críticos de jazz. Estos son todos unos mentirosos. La próxima vez haré que lo escriba un taxista o mi portero, es decir gente que no es de la profesión, gente capaz de apreciar mi música, aunque no sepan por qué les atrae. Sí, en adelante voy a hacer así. Y todas las compañías me tendrían que imitar. Los críticos actuales son una panda de cabrones. Se creen dioses. Porque son capaces de reconocer a los mejores músicos, se creen que tienen el mejor sentido crítico. ¿Basta reconocer los mejores platos para ser un gastrónomo? Me pregunto por qué las compañías de discos los siguen contratando. ¿Para qué revista trabajan ustedes?

JazzMagazine: Para la revista Jazz Magazine...

Charles Mingus: ¿Qué revista es esa? Sin duda una cosa de dos duros que nadie lee. Sólo tienen importancia revistas como Life o Times Magazine pero desgraciadamente los artículos sobre jazz están escritos por incapaces. Las revistas de jazz no interesan a nadie. Usted seguramente hace esta entrevista para ganar dinero y Jazz Magazine logrará un beneficio publicándola. Todo el mundo gana dinero a costa los músicos. Estoy dispuesto a cambiar inmediatamente de trabajo con usted, si lo desea. Tendré una secretaria y me divertiré con ella.

JazzMagazine: ¿Por qué toca usted cada vez con mas frecuencia el piano en sus últimas grabaciones?

Charles Mingus: No. No creo que ahora toque más el piano que hace unos años. Si quise tocarlo yo mismo en uno de los temas de "The Black Saint", es sencillamente porque me dio la gana. Y acabo de grabar un álbum de piano solo. Los pianistas, por lo general, interpretan mal mi música. Se equivocan mucho en los acordes. Cuando yo me pongo al piano no hay problemas. No toco el piano como pianista sino como compositor. De todas formas, no tengo ninguna dificultad en tocar mejor que la mayoría de los pianistas modernos. Si se exceptúa a Jaki Byard y naturalmente a Bud Powell, la mayoría de los pianistas de hoy no tienen mano izquierda. Yo la utilizo y, como lo hago con el corazón, logro un buen resultado.

JazzMagazine: Se dice que ...

Charles Mingus: ¿Por qué mira siempre esa mierda papel? ¿Es usted incapaz de hacerme una pregunta sin mirarlo?

JazzMagazine: Miramos de vez en cuando esta hoja para evitar olvidarnos de hacerle ciertas preguntas. ¿Quiere terminar ya la entrevista?

Charles Mingus: No. Pero este tipo de conversaciones no me gusta mucho. Ya que quiere que hable, voy a hablar. Si quiere, le puedo dictar un libro. No entiendo por qué quiere conocer mi manera de pensar. Bueno, seguimos.

JazzMagazine: ¿Es verdad que tuvo que volver a grabar en estudio su parte de contrabajo del disco "Concert At Massey Hall", con Charlie "Chan"?

Charles Mingus: Es falso. La mayoría de los temas vienen del concierto. Únicamente, fue grabado a parte "All the Things You Are" con Billy Taylor al piano. A lo mejor también otro tema. De todas maneras, no veo en qué puede interesar esto a sus lectores.

JazzMagazine: Monk nos dijo que Parker le había robado una parte de su música. ¿Qué piensa usted de esta afirmación?

Charles Mingus: Parker no robó nada a nadie. Cuando llegó al Minton’s, ya hacía varios años que su estilo estaba a punto. Yo mismo, todavía conservo unas partituras, que escribí en 1939, en una época en que Monk aún no había compuesto "‘Round Midnight". Uno de esos temas, "Smooch", fue grabado hace ocho años por Miles Davis. Hasta podría decir que Monk me robó la idea de "‘Round Midnight". Pero, en realidad, nadie coge nada a nadie. Si alguien robó algo a Monk, no soy yo. No tengo ningún disco de este músico. Tengo pocos discos en casa. Algunos grabados por Duke Ellington que me dio Jimmy Blanton. La gente cree que nací en Nueva York. En realidad, vengo de California, es decir una zona en la que, hace unos años todavía, la gente no sabía lo que era un tocadiscos. Nunca habían oído hablar de Parker o de Monk antes de los años cincuenta. Por mi parte, tengo que decir que en esa época no me gustaba mucho Bird. Prefería a músicos como Buddy Collette. Es mi mujer, Celia, que adoraba a Parker, la que poco a poco me hizo apreciarlos. Estaba dispuesta a abandonarme si no me gustaban Parker y Monk. Tengo que decir, en mi favor, que nunca he apreciado mucho la música de drogadictos. Tiene una sonoridad que me aburre. No tengo ninguna simpatía hacia la gente que elimina sus problemas con drogas. Yo quiero enfrentarme a mis problemas hasta que sea la vida misma quien los elimine.

JazzMagazine: ¿No piensa usted que la situación de los negros en Estados Unidos mejora poco a poco?

Charles Mingus: En el mundo del espectáculo, no hay ninguna mejora. Si nos circunscribimos a la trompeta , hay 200 trompetistas negros que se mueren de hambre por cada Miles, cada Dizzy o cada Armstrong que consigue trabajar. Por esto los músicos jóvenes detestan el jazz, porque los mantiene en la sombra y no les permite ganarse la vida. Ahora se consideran a sí mismos músicos sinfónicos. Cuando Ed Sullivan utiliza una orquesta de 30 músicos, puede estar seguro de que no habrá ningún instrumentista de color. Los músicos, los actores y hasta los payasos son de raza blanca. Cuando empecé en esta profesión me hicieron pasar una prueba. Hubo una especie de pequeño examen. Yo no era el mejor pero sí el segundo. Pero contrataron al tercero que era blanco. Ese día, estuve a punto de dejarlo todo.

JazzMagazine: ¿Cómo reacciona un público blanco en Estados Unidos cuando usted interpreta "Fables of Faubus"?

Charles Mingus: Hasta ahora la mayoría de la música se ha escrito para los blancos. Sólo desde hace poco se ha empezado a componer música dirigida al pueblo negro y que intenta defenderlo. Las cosas han cambiado mucho desde el nacimiento de esta música de prostitutas llamada jazz. Esta estaba esencialmente dirigida a los gangsters cuyas vidas no inspiraban precisamente la belleza. Poco a poco aparecieron hombres que intentaron tomar posición, demostrar lo que había de malo en algunos blancos, esos capitalistas que explotan al americano blanco de segunda clase y al americano negro de tercera clase para hacer de este último su esclavo. La sociedad en la que vivimos está gobernada por una raza de señores que se oponen a que el negro sea libre. En el mundo actual, la libertad la da el dinero. Y será así mientras los capitalistas nos dirijan. No, no soy comunista. En mi vida, he conocido pocos americanos que sean dignos de este apelativo. A los demás no les gusto porque saben que conozco su manera de proceder. Soy capaz de identificar enseguida al blanco, que aún ayer, me pedía que cambiase de acera cuando él andaba por ella. Hoy puedo andar en la misma acera que el blanco pero en realidad las cosas apenas han cambiado.

Ahora, en muchos ámbitos, es peor que antes. Seguramente habrá oído hablar de Malcolm X y de los Black Muslims. Bueno, se comportan muchas veces como críos en comparación con el comportamiento de algunos negros americanos. En Nueva York, a menudo, cuando un blanco intenta subir a un taxi conducido por un negro, éste le dice : "Lárgate de aquí, so cabrón". Muchos negros tienen ganas de matar porque nos han tratado como a animales y utilizaron maneras fascistas. Me preguntaban antes si nuestra situación iba a mejorar. Claro, va a ser muy buena, pero primero tendrán que exterminar a un millón de los nuestros como los nazis hicieron con los judíos en la última guerra. En el Sur, han construido cárceles en las que los blancos que se manifiestan junto a los negros están separados de ellos. Eric Dolphy acaba de hacerme leer un artículo donde se revela que estas cárceles están rodeadas de alambradas electrificadas, exactamente como en los campos de concentración alemanes. Si continuamos manifestándonos y reclamando la libertad, nos van a quemar echándonos gasolina al cuerpo.

Hablo de los blancos del Sur y no de los de Nueva York que, en su mayoría, no quieren que nos ocurra nada malo, pero tampoco nada bueno. No nos desean la muerte, pero tampoco nos aceptan. Creo que nos odian. Estoy convencido de que nos odian. Un taxista me decía el otro día : "Yo pienso que los negros van demasiado lejos en sus reivindicaciones". ¿Demasiado lejos? Es su opinión. Otros blancos nos preguntan por qué no nos quedamos en Harlem. Mi hijo tiene 20 años y durante dos años estudió pintura en una universidad. Ahora se cree muy listo porque le han dicho que podrá pintar, cantar, bailar, pero en realidad no le enseñaron nada. Intentan mantenernos en la ignorancia. Sólo los que tiene la suerte de pertenecer a una familia rica logran salir adelante. Fue el caso de Paul Robeson o de Ralph Bunch.

Para ellos, no hubo problemas. Sus padres eran lo suficientemente ricos como para ofrecerles la educación que deseaban. En cuanto a los demás, han hecho todo lo posible para que sientan su situación de inferioridad. Me marcó para siempre la forma en que me trataron en la escuela. Tenía una profesora blanca, todavía me acuerdo de su nombre, Miss Corik, que un día llevó a un banco a su clase de pequeños niños negros. Nos condujo hasta una mesa donde había muchos billetes de banco. Entonces, nos dijo: "Mirad bien este dinero porque nunca tendréis. Ni lo intentéis" Esto le puede parecer extraño, pero las consecuencias de esta actitud aún se pueden sentir hoy. Hace no mucho, antes de casarme con mi actual esposa, estaba enamorado de una persona de quien ignoraba su situación económica. Estaba realmente prendado por ella. Pero, cuando supe que era rica, fui incapaz de cogerla en mis brazos.

Es como si me hubieran cortado los cojones. Los blancos nos dominan con el dinero. ¿Ha visto alguna vez a un negro en un billete de banco? Un tipo como Rockefeller no sólo no paga impuestos sino que encima el dinero que nosotros pagamos lo acaba teniendo él. Mientras esta gente permanezca en el poder, no habrá nada bueno para nosotros. Paul Robeson no era comunista pero le tildaron tantas veces de comunista que su única manera de salvarse fue convertirse en uno de ellos. Con todo, Robeson es el negro americano mas valioso para nuestro país. Junto con Martin Luther King. Éste, en mi opinión, es el único capaz de suceder al presidente Kennedy cobardemente asesinado por los nazis del sur. Al matarle han matado a un santo. Si quisiera, el blanco podría tener buenas relaciones de vecindad con las demás razas pero cuando llegó a este país prefirió exterminar a los indios en vez de integrarlos. ¿Cómo quiere que no nos demos cuenta de esto? Y mire que han intentado lavarnos el cerebro. La profesora a la que me refería antes siempre nos hablaba de los "Tres Monos". Tal vez conocen esa estatua... Representa a un mono que se tapa las orejas con las manos, a otro que se tapa los ojos y a un tercero que se tapa la boca con ellas. Pues a ella le hubiera gustado que todos los pequeños negros adoptasen esta actitud: no oír nada, no ver nada, no decir nada. Los blancos con quien he podido hablar acerca de estos problemas me hacen pensar en médicos. Nos analizan detalladamente en busca de los efectos invisibles que ha provocado la esclavitud en nosotros. Por otro lado, se puede decir que son victimas de esa enfermedad que consiste en creer que ser blanco es algo bueno que les ha llovido del cielo. Llevan su piel blanca como otros llevan sus condecoraciones.

Estas son las cosas que me hubiera gustado decirles ayer por la noche con mi música. Tenía, tal vez, más ganas de tocar en París que en cualquier otra ciudad de Europa. Tengo una amiga que vive en Niza. Vino a Estados Unidos y me aseguró que si me instalaba en Francia, lograría olvidarme de todas las preocupaciones y, a lo mejor, me sentiría libre. Sería la primera vez. Y ustedes, se merecerán su salvación en este planeta teniendo una actitud comprensiva para con nosotros. Esto es lo que hubiese querido decirles en mi concierto pero, por desgracia, las fuerzas del demonio tumbaron a Johnny Coles, mi trompetista. Como sólo disponía de dos voces melódicas en vez de tres, tuve que renunciar. Casi me muero. Felizmente, no me toca morir aún.



Una versión de su segundo corte de su disco "Ah Um" en directo:

martes, 7 de junio de 2011

"El análisis existencial. Ensayos" de Luis Martín Santos

Ensayos, Luis Martín-Santos

Annie Hall: los impulsos del deseo, los ecos del amor



Posiblemente la mejor película de Woody Allen: http://www.filmaffinity.com/es/film487991.html