martes, 29 de noviembre de 2011
Josep Pla: "El cuaderno gris"
El cuaderno gris. Josep Pla / 1919 / Dietario / España
Descripción detallísima y precisa de un mundo rural que desaparece engullido por la industrialización.
Comentarios de Navarro Arisa:
El 8 de marzo de 1918, Josep Pla comenzó a escribir un dietario que se prolongaría hasta el 15 de noviembre de 1919. La Gran Guerra acababa de terminar en Europa. Creadores como Picasso transformaban el concepto tradicional del arte. La teoría de la relatividad de Einstein prefiguraba ya la aparición de un mundo nuevo, aunque no necesariamente feliz. España se debatía entre una política gremialista, la efímera bonanza surgida de la neutralidad en el conflicto que incendió Europa y una sociedad crispada en la que fermentaba ya el estallido de 1936. Pla contaba entonces 31 años y era ya un experimentado periodista, aunque sólo comenzaba a salir de su mundo rural en torno a la localidad gerundense de Palafrugell para internarse en los círculos políticos y literarios de Barcelona. El quadern gris (El cuaderno gris) es la crónica de ese tránsito vital y la reacción íntima del escritor ante las circunstancias, pero sobre todo es el logrado intento de descubrir y fijar un mundo en extinción mediante la palabra.
Josep Pla es un escritor atípico al que muchas veces se ha querido calificar de «prosista» para abarcar una obra que incluye relatos de ficción, semblanzas de personajes, apuntes poéticos, fragmentos de diálogos dramatizables, aforismos y ensayos culinarios, pero que es ante todo una crónica magistral en el mejor y más amplio sentido de la palabra. En esta libro apasionado y personalísimo, Pla no se resigna a la elegía, sino que confiere a su recuento una plenitud que nos permite rescatar y descubrir ese mundo que ya sólo existe en sus vibrantes palabras.
Tim Buckley, "Goodbye and Hello"
Reseña del disco, por Rodrigo Burgos Cartes:
Con sólo 19 años Buckley debutó con un disco homónimo casi perfecto, de múltiple recursos, un rango vocal emotivo, amplio y estertóreo. Su música era trágica, oscura y trémula ya fuese acompañado sólo por una guitarra, cuartetos de cuerdas o extraños mantos de inmateria lisérgica.
Su segundo álbum , quizá el más recordado y comentado de cuantos publicó en su corta vida pero amplio legado, fue Goodbye and Hello, de 1967. Dentro del grandísimo sello Elektra, Buckley junto a su letrista asistente Larry Beckett, se embarcaron en un proyecto ambicioso, cúlmine y que cada día gana en poder cautivador.
Las diez canciones que componen este Goodbye and Hello, aclamado en su época no obstante la angustia infiltrada en cada surco de la pieza, son maravillas de un exquistez y polifacetismo increíbles. El barroquismo épico del tema homónimo; la tristeza aniquilante de Phantasmagoria in Two; el melancólico impresionismo de "Morning Glory"; la euforia y frenesí de "I Never Asked to Be Your Mountain"; "Pleasant Street", en donde gime por una generación creativamente brillante pero autoindulgente y condenada al fracaso, "hacia adónde irá toda esta gente aturdida" que dice.
Tim Buckley seguiría durante el resto de la década deparándole sorpresas a sus seguidores, cambiando el pelaje en colores más crepusculares y misteriosos.
Sin embargo, su estirpe incomensurable tiene su punto de alcance celestial en esta obra de 1967.
"Libro del desasosiego" fragmento 426
Considerar nuestra mayor angustia como un incidente sin importancia, no sólo en la vida del universo, sino también en la de nuestra propia alma, es el principio de la sabiduría. Ser capaz de considerar esto en medio de esa angustia es la sabiduría entera. En el momento en que sufrimos parece que el dolor que padecemos es infinito. Pero ni el dolor humano es infinito, pues nada humano lo es, ni nuestro dolor es algo más que un dolor que tenemos.
Cuántas veces, bajo el peso de un tedio que se parece a la locura, o de una angustia que parece ir más allá de ella, me detengo, vacilante, antes de rebelarme; vacilo, conteniéndome, antes de divinizarme. Dolor de no saber qué es el misterio del mundo, dolor de que no nos amen, dolor de ser injustos con nosotros, dolor de sentir el peso de la vida sobre nosotros, sofocándonos y aferrándonos; dolor de dientes, dolor de zapatos apretados ¿quién puede decir cuál de ellos es peor para uno, o, más aún, para los demás, o para la generalidad de los que existen?.
Para algunos de los que me hablan y me oyen, soy un insensible. Soy, sin embargo, más sensible creo que la vasta mayoría de los hombres. Soy, insisto, un ser sensible que se conoce, y que, por lo tanto, conoce la sensibilidad.
Ah, es verdad que la vida es dolorosa o que es doloroso pensar en la vida. Lo que sin duda es verdad es que nuestro dolor es algo serio y grave cuando así lo fingimos. Si somos naturales, pasará tal como vino, se disipará así como creció. Todo es nada, y nada es también nuestro dolor.
Escribo esto bajo la opresión de un tedio que parece no caber en mí, o necesitar de algo más que mi alma para tener donde estar; de una opresión de todos y de todo que me estrangula y delira; de un sentimiento físico de la incomprensión de los demás que me perturba y aplasta. Pero alzo la cabeza hacia el cielo azul ajeno, expongo la cara al viento inconscientemente fresco, bajo los párpados después de haber visto, me olvido de mi cara después de haber sentido. No estoy mejor pero me siento diferente. Me veo librarme de mí. Casi sonrío, no porque me comprenda, sino porque, habiéndome convertido en otro, ya no puedo comprenderme. En lo alto del cielo, como una nada visible, una nube pequeñísima es un olvido blanco del universo entero.
Cuántas veces, bajo el peso de un tedio que se parece a la locura, o de una angustia que parece ir más allá de ella, me detengo, vacilante, antes de rebelarme; vacilo, conteniéndome, antes de divinizarme. Dolor de no saber qué es el misterio del mundo, dolor de que no nos amen, dolor de ser injustos con nosotros, dolor de sentir el peso de la vida sobre nosotros, sofocándonos y aferrándonos; dolor de dientes, dolor de zapatos apretados ¿quién puede decir cuál de ellos es peor para uno, o, más aún, para los demás, o para la generalidad de los que existen?.
Para algunos de los que me hablan y me oyen, soy un insensible. Soy, sin embargo, más sensible creo que la vasta mayoría de los hombres. Soy, insisto, un ser sensible que se conoce, y que, por lo tanto, conoce la sensibilidad.
Ah, es verdad que la vida es dolorosa o que es doloroso pensar en la vida. Lo que sin duda es verdad es que nuestro dolor es algo serio y grave cuando así lo fingimos. Si somos naturales, pasará tal como vino, se disipará así como creció. Todo es nada, y nada es también nuestro dolor.
Escribo esto bajo la opresión de un tedio que parece no caber en mí, o necesitar de algo más que mi alma para tener donde estar; de una opresión de todos y de todo que me estrangula y delira; de un sentimiento físico de la incomprensión de los demás que me perturba y aplasta. Pero alzo la cabeza hacia el cielo azul ajeno, expongo la cara al viento inconscientemente fresco, bajo los párpados después de haber visto, me olvido de mi cara después de haber sentido. No estoy mejor pero me siento diferente. Me veo librarme de mí. Casi sonrío, no porque me comprenda, sino porque, habiéndome convertido en otro, ya no puedo comprenderme. En lo alto del cielo, como una nada visible, una nube pequeñísima es un olvido blanco del universo entero.
R. D. Lanig: "Nudos"
"Ciertas personas tienen indiscutiblemente una notable capacidad de tener a los demás
bien atados con nudos.
Hay quienes destacan en hacer nudos y quienes destacan en dejarse enredar.
Con frecuencia, ni el que ata ni el atado saben cómo sucede esto o no tienen conciencia de que ya está sucediendo.
Impresiona constatar hasta qué punto les resulta difícil a las partes en juego
ver lo que pasa.
No olvidemos que el hecho de no ver que existe un nudo
forma parte del nudo".
bien atados con nudos.
Hay quienes destacan en hacer nudos y quienes destacan en dejarse enredar.
Con frecuencia, ni el que ata ni el atado saben cómo sucede esto o no tienen conciencia de que ya está sucediendo.
Impresiona constatar hasta qué punto les resulta difícil a las partes en juego
ver lo que pasa.
No olvidemos que el hecho de no ver que existe un nudo
forma parte del nudo".
martes, 1 de noviembre de 2011
Nina Simone: "Four Women"
My skin is black
My arms are long
My hair is woolly
My back is strong
Strong enough to take the pain
Inflicted again and again
What do they call me?
My name is AUNT SARAH
My name is Aunt Sarah
Aunt Sarah
My skin is yellow
My hair is long
Between two worlds
I do belong
My father was rich and white
He forced my mother late one night
What do they call me?
My name is SAFFRONIA
My name is Saffronia
My skin is tan
My hair is fine
My hips invite you
My mouth is like wine
Whose little girl am I?
Anyone who has money to buy
What do they call me?
My name is SWEET THING
My name is Sweet Thing
My skin is brown
my manner is tough
I'll kill the first mother I see
my life has to been too rough
I'm awfully bitter these days
because my parents were slaves
What do they call me?
My name is PEACHES
Scott LaFaro y Bill Evans in "Sunday at the Village Vanguard"
Flint Creek, New York. 6 de Julio de 1961. Un vehículo que circulaba por la ruta 20 pierde el control y se estrella directamente contra un árbol. Muere al instante el conductor del vehículo, un joven músico de jazz de tan solo 25 años. A kilómetros del lugar del accidente, el pianista Bill Evans y el baterista Paul Motian esperaban al joven contrabajista con el cual estaban trabajando desde hacia unos 18 meses, para el ensayo de su próximo concierto. Rocco Scott La Faro nunca llegó. Bill Evans, devastado por la noticia, disuelve el trio por varios meses, al mismo tiempo que decide homenajear a ese joven talento de la única manera que puede: a través de las grabaciones en vivo que el trio había realizado en Nueva York tan solo diez días antes de la muerte de LaFaro, y que Bill Evans titula “Sunday at the Village Vanguard, featuring Scott LaFaro”. El homenaje no queda solo en el nombre del disco. Bill Evans permite ademas que el tema de inicio y el de cierre del disco, sean dos obras del joven contrabajista: “Gloria step” y “Jade Visions”.
Antes de la muerte de LaFaro, pocos dudaban que Bill Evans, unos de los mejores cinco pianistas de toda la historia del jazz, tuviera por ese entonces el mejor trio de Jazz del mundo. Esta afirrmación se vuelve ley cuando este disco grabado para la Riverside sale a la venta a finales de 1961. La ínter-relación de las frases melódicas y las frases rítmicas entre los tres músicos crean un aura mágica que envuelve al oyente en cada tema, a cada momento. El bajo de LaFaro se funde junto al piano de Evans y los bronces de Motian en los climas lentos, cargados de lirismo, pausados, de carácter exploratorio. Este disco es el mejor legado que Scott LaFaro le dejó al Jazz. Con tan solo 25 años y un par de discos grabados junto al Bill Evans trio, LaFaro sentó las bases del contrabajista melódico, contribuyendo mas que ningun otro contrabajista de la epoca a liberar al bajo de la funcion de mero "acompñanate" en la creación de ritmos; a la vez que era capaz de ejecutar pasajes de elevada dificultad a gran velocidad y con gran precisión. Su tecnica sirvió de inspiración para una extensa lista de contrabajista y bajistas eléctricos que le sucedieron, de la talla de Eddie Gomez, Jaco Pastorius o Marc Johnson, entre otros.
Para muchos críticos, “Sunday at the Village Vanguard, featuring Scott LaFaro” es el mejor disco en vivo de toda la historia del jazz. Para otros, es un momento único, mágico, irrepetible, que afortunadamente para nosotros, simples oyentes, quedara registrado para la posteridad.
“Toda muerte es trágica. La muerte repentina de una persona joven es aun mas trágica. Para nosotros, tan inmersos en el mundo del jazz, la perdida de un joven músico con el futuro creativo y virtuoso de su instrumento se trasforma en todo mucho mas trágico... Para Bill Evans y Paul Motian, quienes trabajaron a la par de LaFaro por mas de dos años, la muerte del joven brillante se trasforma en una doble perdida: la del amigo, y la del irreemplazable compañero de banda”
Lista de temas:
"Gloria Steps (Scott LaFaro) - 6:05
"My Man ´s Gone Now" (Gershwing) - 6:21
"Solar" (Miles Davis) - 8:57
"Alice in Wonderland" (Fain - Hilliard) - 8:32
"All of You" (Cole Porter) - 8:20
"Jade Visions" (Scott LaFaro) - 3:46
Orrin Keepnews (Productor de jazz)
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