sábado, 16 de julio de 2011

Bitches Brew (1969). Miles Davis




El jazz ha sido siempre una música de fusión. Desde sus inicios a fines del siglo XIX, el jazz se desarrolla y evoluciona sin mayores pretensiones mezclando con gran facilidad la música popular norte-americana, el son cubano, la samba brasilero, el tango argentino, entre otros géneros. En su enfoque contemporáneo, el jazz mantiene las huellas que dejaron estos estilos. Sin embargo, el concepto de fusión en el jazz se torna más evidente y relevante hacia fines de la década de los años 60 y especialmente por Miles Davis y su obra Bitches Brew. Este álbum es el resultado de la combinación de ideas que venía forjando de años y de una abrupta ruptura con su pasado. Davis ya había usado teclados eléctricos y guitarras y ritmos rockeros como también post producciones en el estudio. (In a Silent Way y Filles de Kilimanjaro).

En Bitches Brew usa todos estos elementos y crea un álbum de improvisaciones. En vez de preocuparse de crear armonías sofisticadas o experimentos estructurales, Miles enfoca la obra en simples melodías sobre repetitivos e hipnóticos acompañamientos rítmicos. En su autobiografía Miles relata: "Yo conducía, como un director de orquesta, cuando empezamos a tocar, y escribía un trozo de música para alguien o le indicaba que tocara cosas diferentes que yo oía mientras la música crecía y se transformaba. Las sesiones de grabación fueron un proceso del desarrollo creativo, una composición viva. Como una fuga, o un motif, al que todos reaccionábamos. Después que llegaba hasta cierto punto, le pedía a un músico que tocara algo diferente". Una jam session magistral.

El surco más interesante es Bitches Brew dura 26 minutos – es un resumen del disco. Dos baterías y dos contrabajistas marcan un ritmo concentrado, dándole espacio a Miles para que cree un solo maravilloso. El tema lo habían ensayado la noche anterior y fue el primero en grabarse. Ilustra la manera en que Davis dirige e influencia a los músicos mientras improvisan. Un ejemplo ocurre en el séptimo minuto. El grupo aparentemente ha perdido el hilo de la improvisación y está a punto de fracasar. Miles dice: "Keep it like that!", segundos después, cuando el tema recobra brío, se dirige a McLaughlin : "John!", éste se hace cargo y el tema resucita.

En Bitches Brew hubo un brillante e innovador trabajo de post-producción; obra de Teo Macero quien, junto a Miles, pero más veces por si solo, escogió las tomas, las editó y creó de todo eso el producto final. Usó cámaras de eco, reverberación y "loops" o repeticiones para alargar ciertos trozos de cinta. En Pharaohs's Dance de Zawinul, un tema con toques orientales y un ritmo casi inexplicable, Davis y Shorter crean un mantra jazzístico; el piano rhodes de Zawinul es lúgubre. McLaughlin y Maupin también participan en la improvisación. Pero el surco que conocemos no tiene nada que ver con la grabación original. Macero cortó y pegó el tema en 19 lugares; sus anotaciones, que repito aquí, nos indican dónde y cómo las hizo:

Parte 1: 0:10 Figura # 1 Loop A; 0:15 Vamp #1; 0:46 Figura #2; 0:56 Vuelve a parte b; 1:29; 1:39 vuelve al principio, Loop A-1; 1:51 pedal B; 2.22 Loop B; 2:32 entra Miles -2:54; 3:31 Miles regresa; 5:40 Maupin en clarinete bajo; 7:55 Vamp #1 Loop;

Parte 2 – statement 1

8:29 Parte II introducción; 8:42 trompeta con eco, Loop; 8:44 Part II introducción, Loop; 8:52 frase rítmica de dos compases; 8:54 cuatro Loops de la frase, Loop; 8:59 vamp Parts 1 y 2, solo de Miles; 11:48 solo de Shorter; 12:53 solo de McLaughlin;

Part 2 – statement 2

15:58 Part 2 vamp 2; 16:38 Miles entra con la melodía; 20:02 el tema concluye.

Las ventas de LP durante el primer año llegaron a 400 mil copias, algo sin precedente para Davis, su álbum que más había vendido hasta entonces sólo alcanzó a vender 100 mil copias. Algunos críticos acusaron a Davis de haberse vendido al mercado pop. Sin embargo, lo extraordinario de Bitches Brew es que Miles en ningún momento imita las tendencias del pop o del rock de la época. Todos los surcos del LP doble original duran más de 10 minutos, excepto "John McLaughlin" con poco más de 4 minutos. Esto eliminó las posibilidades de exposición en las radios pop. No hay arreglos, ni melodías, ni ritmos bailables, ni canciones con letras fáciles de memorizar. Con Bitches Brew Miles agregó a su público hordas de fans del rock, pero también perdió el apoyo de sus fieles seguidores. El nuevo vocabulario musical e instrumentación electrónica que Davis introdujo no les interesó y lo abandonaron permanentemente.

Después de casi 35 años, Bitches Brew se mantiene como una obra sólida que exige el respeto de críticos y aficionados. Se puede decir tanto de esta música, pero prefiero que hable por si sola. He pasado muchas sesiones escuchando las distintas ediciones de Bitches Brew, y me vienen tantas imágenes e ideas mientras escucho. Cada sesión es diferente, siempre descubro algo nuevo y fascinante.



Roberto Barahona

Monterey, California

20 de febrero de 2003



Britches Brew ha sido editado en tres formatos, el original en un LP doble y a mitad de los años 80 un CD doble; ambos con las sesiones de agosto de 1969. En 1998 se editó un album de cuatros CDs con outtakes y material de las sesiones de noviembre de 1969, y enero y febrero de 1970. También existe un CD "Singles", con 4 muestras cortas de las sesiones originales, que fue principalmente distribuido a estaciones de radio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario